2020
VIVIENDA DE PAULA ECHEVARRÍA
Arquitectura blanca y pura que se rinde a una divertida combinación de geometrías, estampados, tonos vibrantes, texturas y espejos que dan riqueza y profundidad al espacio.
Vivienda que transmite felicidad; es colorida, alegre y con abundante luz natural. Tiene un estilo fresco y con guiños al mid-century.
La blancura del sofá curvo Úrsula, de Studio Bañon, y de todo el salón, se aviva con las pinceladas rosas que aportan los cojines, de Gancedo, y la butaca, fabricada por Ilarcuris, al estilo de la Lady de Zanuso, con tela fucsia de Lelièvre.
El centro lo marca la mesa de cristal y latón Gold, de Kenay Home, que acoge un jarrón con llamas de Ana Rod, en IKB 191.
La cocina, con muebles claros de líneas depuradas, adquiere emoción con divertidos elementos como los taburetes con flecos Dèjá vu, de Houtique, y los jarrones de Jaime Hayon, de su serie Theatre para Bosa; el que reposa en la office se adquirió en Incasa. Mesa, sillas y lámpara proceden de Kenay Home y Samsung firma los electrodomésticos.
La mesa del comedor, es diseño propio del estudio, con jarrones de IKB 91, descansa sobre la alfombra Gatsby, de Kilombo Home. Las sillas en terciopelo azul son las Colette, de Kenay Home; el modelo Hormiga, al fondo, de metal lacado en dos colores, es una pieza de Kresta Design, en IKB 191. Una escultura de leopardo de El Ocho la custodia. La lámpara de globos es de Utu.
Dos grandes puertas correderas de cristal y madera, realizados por JD7 Group según diseño de Miriam Alía Studio, comunican el salón y la cocina, convirtiéndose en una de las piezas especiales diseñadas para este proyecto.
El despacho es una espacio destacado e interesante, aquí es donde más se ha arriesgado, con un diseño atrevido, lleno de color y rico en texturas.